Mi nombre no es Irina

Novela de descubrimientos, iniciática, en la cual ficción y realidad se mezclan al rescoldo de las experiencias y vivencias que van alimentando la creatividad, la voracidad literaria y el deseo irrefrenable de escribir del protagonista.

La historia

La vida de Néstor, un estudiante de bachillerato aficionado a escribir relatos, da un giro cuando llega al instituto Irina, una enigmática joven de origen ruso que es la imagen viva de un personaje de sus sueños. Con ella empieza una intensa relación llena de complicidades literarias, secretos y medias verdades. Mientras tanto, la familia de Néstor, con una hermana pequeña desbocada y unos padres que no se soportan, anda hacia la descomposición.

Puntos positivos de la novela según sus lectores y lectoras

• Invita a perseguir los sueños, sean los que sean
• Es perfecto para adolescentes amantes de la literatura, y para aquellos que tienen aspiraciones un poco diferentes a las «normales»
• Se trata de un libro lleno de intriga que te mantiene con ganas de seguir leyendo hasta el final.

«Este libro es la definición de lo que la imaginación sería si se pudiera materializar»